Foto del recuerdo: el feroz combate entre un león y un toro

En 1898, los habitantes de Saltillo fueron testigos de un espectáculo tan insólito como sangriento. Roberto Pate, propietario del hipódromo La Indianilla en la Ciudad de México, solicitó al Ayuntamiento el permiso para presentar ante el “ilustre público” una lucha entre un toro de lidia y un león africano.

Aunque resulta difícil comprender las motivaciones de una persona para presenciar un acto de tal crueldad, el señor Pate defendió su propuesta argumentando que el espectáculo ofrecería una lección práctica de historia natural, al mostrar a “los reyes de las fieras” en su estado salvaje.

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Además, afirmó que los asistentes no correrían riesgo, ya que instalaría una jaula de hierro lo suficientemente grande para permitir que los animales ejecutaran libremente sus maniobras de ataque y defensa.

La pelea se autorizó y se llevó a cabo en la Alameda, resultando vencedor, como era de esperarse, el león. A pesar de ser controvertidos, espectáculos como este son parte de una tradición histórica que se puede relacionar con el rodeo, competición que ya en el siglo XVIII unía a rancheros y misioneros, incluso, para resolver disputas por tierras.

Sin embargo, desde entonces también representaba una ceremonia en la que se mostraban las habilidades y el coraje en acciones de dominio entre hombres y animales.

Similar a las luchas entre toros y leones, la práctica del rodeo, que se realizaba en una región gobernada por el virreinato, fascinaba al público y reflejaba tanto su impronta cultural como la evolución del entretenimiento en la sociedad.

En colaboración con el Archivo Municipal de Saltillo.

Referencias:

Archivo Municipal de Saltillo: AMS, PM, c 141/6, L 21, e 13. 4 ff.

Canales Santos, Álvaro. (2019, enero-abril). Orígenes del rodeo, en Gazeta del Saltillo. Saltillo: Archivo Municipal de Saltillo, p. 6.