María Malibrán Canales se convirtió en un ícono del mundo cowboy contemporáneo. Con 20 años de edad y 17 millones de seguidores en sus redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube ha roto ha roto las fronteras intangibles de Internet y no para de hacer historia compitiendo como vaquera completa y como barrilera, en eventos de talla internacional.
El Wanquan Cowboy Festival es un ejemplo de lo anterior. En él, junto a su compañera Mariana González, venció a nueve países para conseguir el cuarto lugar por equipo y el primero de manera individual, a sus 13 años.
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No podemos dejar pasar su primer lugar en la Expo Prado de Uruguay (2018); sus tres clasificaciones a las finales juveniles de la National High School Rodeo Association (NHSRA) –dos en Dakota del Sur y una en Nebraska–; y por supuesto, su título de campeona nacional en Carrera de Barriles avalado por la National Barrel Horse Association (NBHA) y la Federación Mexicana de Rodeo (FMR). Esas son las entidades más importantes de la categoría en Estados Unidos y México.
Sin embargo, el imperio que la joven originaria de Ciudad Victoria, Tamaulipas está determinada a construir, no termina ahí. Su objetivo como atleta profesional está colocado en conquistar el título de las Finales Nacionales de Rodeo de Las Vegas, es decir, del circuito considerado por expertos y amantes de la disciplina como el más famoso del mundo.
Para llegar allá, María Malibrán continúa nutriendo sus aprendizajes y habilidades como lo ha hecho desde que tuvo su primer contacto con caballos gracias a su mamá Cecilia Canales Moreno, una exitosa barrilera que también fue escaramuza charra y que eventualmente se convirtió en una promotora del rodeo femenil en el estado tamaulipeco.
Desde entonces hasta la actualidad, las dos mujeres comparten pasiones y gustos por su particular estilo de vida.
EL CAMINO DE UNA GRAN AVENTURA, DE LA MANO DE SU MADRE
María Malibrán siempre tuvo claro que amaba el rodeo. La escuela no le gustaba, pero tenía que ir; se la pasaba dibujando caballos. Siempre fueron todo para ella. “Siempre supe qué era el rodeo, sí, creo que eso fue lo más padre, cómo desde chiquita era lo que más me gustaba”, declara.
“A mi mamá (Cecilia Canales) siempre le han gustado los caballos, pero se casó con mi papá (José Luis Malibrán Lacorte), que era futbolista, y lo dejó muchos años”, continúa la joven vaquera.
Cecilia retomó su convivencia con los animales luego de que ella y esposo tomara caminos separados. Y lo hizo en compañía de su hija de cuatro años a través del ranch sorting, una disciplina a caballo en la que tienes que hacer que un grupo de becerros cruce la arena de un lugar a otro.
Pero el grupo al que pertenecían se desintegró. fue cuando Edmundo Lozano, un amigo de ambas, les propuso que ambas debutaran como barrileras. Total, el caballo ya lo tenían, solo hacían falta los tres barriles.
Las ganas de aprender y continuar creciendo mantienen a Malibrán Canales no solo como barrilera, sino como una vaquera completa que también practica Lazo en Falso, Lazo Doble, Amarre de Chiva y Carrera entre Polos.
Todo esto le dan una mirada clara y puesta en llegar a Las Vegas al mismo tiempo en el que promueve el rodeo femenil a nivel mundial. Es de ahí de donde se desprenden algunas aristas que al final del día convergen en el mismo sueño.
LA VAQUERA TIKTOKER, UN ÍCONO CONTEMPORÁNEO
Una vez que “te avientas un clavado” en la vida de María Malibrán, comprendes por qué es considerada un ícono contemporáneo.
Una de las características principales de la personalidad de la tiktoker, está cimentada en el respeto y el amor por los animales, misma que le ha permitido conectar de una manera más íntima y profunda con sus caballos de competencia y, en general, con el mundo animal.
De ahí su deseo de crear un refugio para perros que le permita brindarles una vida digna a cada uno de ellos. Ahora mismo ya lo hace, pero no “de manera formal” pues, en su casa –donde vive con sus hermanos y su mamá– también coexisten 39 canes rescatados de situaciones de vulnerabilidad. Aunque reconoce que es apenas el comienzo.
En otro de sus proyectos se encuentra el desarrollo del criadero MM Horses, el cual al día de hoy cuenta con un semental de carrera de barriles llamado Calibre. En este sentido, María Malibrán compartió la ilusión de competir con alguno de los ejemplares que eventualmente se críen en MM Horses.
El tercer camino para contribuir al imperio María Malibrán, es el de su marca de ropa que, aunque tuvo su primer lanzamiento hace aproximadamente dos años, sigue trabajando para crear nuevas piezas que pueda compartir y poner a la venta en su sitio en línea.
Finalmente, todo en conjunto, se reúne en un solo lugar: las redes sociales.
Instagram, YouTube y TikTok, han sido parte fundamental de la carrera de Malibrán, donde conecta con millones de jóvenes y niñas que diariamente la ven como un modelo a seguir.
En sus videos, María muestra un estilo de vida al que se refiere como “loco”, siendo justo la autenticidad lo que la ha llevado hasta donde está ahora.
Esta combinación de propuestas hacen honor al lema con el que Malibrán se rige: “Mi frase es ‘todo o nada’ entonces, vamos por todo”.
DOMANDO LAS REDES
La pandemia mundial por Coronavirus, fue un golpe importante para la carrera profesional de Malibrán, ya que llegó justo cuando comenzaba su despegue internacional. No obstante, ella y su familia lo tomaron como una oportunidad:
“Dijimos ‘bueno, pues ahorita no tenemos mucho que hacer’, digo, entrenar y todo eso, pero sí tenemos qué hacer algo para la gente que está encerrada sin poder hacer nada”.
El primer paso lo dio ella y lo hizo en TikTok, sin ayuda de nadie. “Era solamente yo. Mis hermanos de repente salían en mis tiktoks, hacíamos bailes, pura diversión, literal, lo que saliera, los audios que había, todo”.
Hoy su perfil tiene más de 13.6 millones de seguidores.
Después vinieron los videos de YouTube, en donde cuenta todo tipo de experiencias sobre su vida “que está bien loca, la verdad tenemos una vida bien diferente a todos”.
Comenzaron a hacer a los espectadores parte de su día a día, mostrándoles cómo era ser un Malibrán Canales en una casa rentada donde viven con las decenas de perritos rescatados que siempre están. “Siento que eso también está muy loco y la gente lo tiene que saber”.
Nunca pensó que iba a llegar al punto en el que está ahorita, pero uno de los puntos claves fue que en aquel momento no había nadie haciendo contenido dirigido a niñas o jóvenes.
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El mensaje que les comparte es que “no todo tiene que ser como todos o ser normal”. Y qué mejor manera de hacerlo que mostrando a “The Bran-C Family” —sus hermanos, su mamá y ella— donde el valor principal que resalta por todos lados es la unidad.
El éxito no se cosecha de la noche a la mañana. Se necesita suerte, ambición, disciplina, talento.
¿Qué le espera a Malibrán el día de mañana? Lo que ella quiera, lo que sueñe, lo que se proponga. Sea cual sea el reto, ella lo va a domar.
