La tribu Kikapú: una reserva resiliente

Una tarde soleada en Múzquiz, Coahuila tuve oportunidad de conversar con dos integrantes de la tribu Kikapú, Ariel Rodríguez Sukue y Johny Valdez Sukue, ambos relatan que los kikapús son originarios de los Grandes Lagos.

Los kikapúes se establecieron desde 1852 en la frontera entre el norte del estado de Coahuila y el sur de Texas. A ese lugar se le conoce como “El Nacimiento” y se ubica en el Valle de Santa Rosa en el Municipio de Melchor Múzquiz.

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Además, de acuerdo a la etnografía del pueblo Kikapú sitio del Gobierno de México, “Se aceptó su establecimiento en el país a condición de que los kikapúes, seminoles y mascogos defendieran a los pobladores mexicanos de los ataques comanches, que tuvieran en armas a 200 hombres, y que jefes y guerreros indios estuvieran sujetos al mando del ejército mexicano que les proporcionaría bastimento, parque y armas”.

Pero volvamos a la plática con Johny y Ariel, “en aquel entonces algunos regresaron a Oklahoma e iniciaron la tribu allá y entonces ya había en Estados Unidos y una en El Nacimiento, luego Benito Juárez les firmó los documentos donde les otorgó estos terrenos y ya se afincaron ahí”.

Entre las dificultades que han atravesado como grupo, Ariel relata que, “en 1954 hubo una gran sequía aquí en Coahuila y ya no podían sembrar nada, buscaron regresar a Estados Unidos, empezaron a buscar trabajo en agricultura, fueron a Wyoming, a Colorado, a Utah, esa es la ruta que siguieron”.

Ariel añade que entonces las autoridades de Estados Unidos fueron más estrictas y empezaron a solicitarles identificaciones, en ese momento el presidente Ronald Reagan firmó para que les hicieron una filiación como parte de la tribu de Oklahoma, en aquel momento también se originó la tribu de Texas y es en donde actualmente está el casino de los Kikapú.

Si algo reconocen tanto Johny como Ariel es que gracias al casino los kikapúes empezaron a crecer económicamente “es que antes éramos de las tribus más pobres que existían”.

LOS RECURSOS NATURALES

Afortunadamente con el saldo a favor que les ha dejado el casino, la tribu ha podido adquirir ranchos en donde poner en práctica la cacería del venado, porque si algo es trascendente para ellos es precisamente eso, la cacería religiosa.

De nueva cuenta retomando la etnografía del Gobierno de México “el venado representa el centro de la vida y cada ejemplar sacrificado, vuelve a nacer”.

Como detalla Gabriel Zaid en su artículo Recuperación kikapú, publicado en Letras Libres en noviembre de 2019, “de sus cacerías, aprovechan las pieles de comadrejas, zorras, tejones, coyotes, tlacuaches y gatos monteses, que curten para vender. A pesar de este comercio y de que algunos viajan al norte para trabajar como braceros, es notable su voluntad de persistir en ser como han sido y su hermetismo hacia los extraños”.

Por eso Ariel afirma, “sí, de verdad, gracias al casino, esa es la gran fuerza de la tribu”.

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De manera tal que, el venado representa la vida kikapú, por tal razón la cacería es vista como un ritual los cuales van acompañados de carne de este. Constantemente mantienen fuego encendido en el centro de sus casas para recordar siempre la oración a Kitzihaiata, su Dios.

SER UN BUEN KIKAPÚ

Veneran a Kitzihaiata por haber escogido a los kikapúes para poblar la tierra, cumplen su mandato y se dedican a ser un “buen kikapú”, cumpliendo siempre con los rituales de cacería, fuegos sagrados, año nuevo, purificación y bautizos por medio de oraciones, sacrificios y ayunos.

A pregunta expresa de lo que significa ser un buen Kikapú, Ariel afirma que eso es ser “buen humano, buen padre, buena persona”.

PRESERVAR LA LENGUA

Los integrantes de la tribu en México hablan inglés, kikapú y español. Pero cómo hacen para preservar la lengua. Ariel me cuenta que “es una cuestión de la privacidad que tiene cada familia en México, porque en Estados Unidos los nativos solo hablan inglés”.

Él lo atribuye a que en México existe la práctica privada en cada hogar de hablar la lengua nativa además del inglés, mientras que la gente que vive en la tribu del país vecino habla en inglés e incluso ve la televisión en ese idioma y eso complica que aprendan español, aunque sí hablan la lengua nativa.

TRADICIONES KIKAPÚES

Ariel y Johny reconocen que las tradiciones de su pueblo se conservan gracias a las enseñanzas de sus abuelos y consideran que la principal es la cacería del venado y sus rituales y a ésta le sigue la misa.

Quise ahondar en cómo era la misa para ellos, para saber si era diferente a la tradicional que vivimos los católicos, pero celoso de su rito Ariel me dijo que “ahí ya no podemos ahondar, porque eso es muy nuestro”.

Aunque reiteró que es importante para ellos seguir practicando sus tradiciones para que estas no se pierdan.

LA COMUNIDAD KIKAPÚ EN LA ACTUALIDAD

En la tribu de Texas hay mil 200 miembros, esos son los mismos que se trasladan constantemente entre Múzquiz e Eagle Pass. “Allá trabajan y aquí vienen a practicar sus creencias” continúa Ariel Rodríguez y para concluir le cuestiono en qué otras partes existen comunidades de Kikapúes: “En Kansas, Oklahoma y Texas”; y los del grupo texano son los mismos que integran la tribu coahuilense.

Para terminar quise saber cómo hacen para mantenerse cohesionados a pesar de la distancia y Ariel asegura, “las creencias y las tradiciones nos unen”.