México es un país cuenta con un sinfín de tradiciones y costumbres que lo han caracterizado a nivel internacional por su identidad y vasta cultura. Entre tanto, se encuentra el reconocido deporte nacional por excelencia: la Charrería.
Si bien, históricamente se trata de una disciplina atribuida y dominada por la participación varonil -mucho mayor respecto a la femenil- existen grandes mujeres que día con día buscan abrirse paso en ella. Un ejemplo claro lo tenemos en Monclova, Coahuila, ciudad que vio nacer a Ana Lucila Linaje, una dama charra que en los últimos meses contribuyó a la visibilización de dicho deporte a nivel nacional.
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Ana Lú, como es conocida en el medio artístico y deportivo, formó parte de la edición 2024 de Exatlón México. Un reality show de TV Azteca que reúne a atletas mexicanos de talla internacional en una sana competencia con el fin de mostrar sus habilidades y capacidades de resistencia.
En entrevista exclusiva con RODEO CAPITAL, la monclovense nos habló sobre su travesía en televisión nacional, así como de sus proyectos a futuro y su carrera como charra en la suerte del coleadero.
NO LO PENSÓ DOS VECES
Desde que la joven de 28 años llegó al programa televisivo, hizo historia, pues, anteriormente no se había convocado a un atleta que se dedicara a la Charrería. Su aparición se dio luego de la salida de Fátima Rojas en la primera semana de la octava temporada.
“Por perfil fue que me buscaron y fue muy chistoso, muy gracioso, porque fue en cuestión de cuatro días. En cuatro días yo ya estaba en República Dominicana compitiendo; tomé la oportunidad así como llegó y salió como salió”, declara.
Lamentablemente, la coahuilense perdió en el reto de eliminación, lo que automáticamente lo dejó fuera de la competencia, pero que no repercutió en la manera en que vivió la travesía ni en los planes profesionales que tiene a futuro.
Su salida de Exatlón la hizo atravesar un sinfín de emociones, pero su paso por él la tiene satisfecha y agradecida de haber conocido a personas que considera “de muy buen corazón” y con quienes está segura que mantendrá una amistad fuera del programa, siendo esto lo que más va a extrañar.
“Tener la oportunidad de ponerme ‘codo a codo’ con personas que han estado en Juegos Olímpicos y que tienen toda su vida dedicándose a eso fue muy impresionante y me halaga muchísimo que me hayan dado la oportunidad de sentirme al mismo nivel que ellos”.
Sobre contribuir a dar a conocer a grandes niveles el deporte que más le apasiona, Ana Lucila declaró sentirse orgullosa y encantada de ser la primera charra en el reality y con ello abrir un poco la puerta para que se presente la oportunidad a más personas en un lugar con atletas de alto calibre.
CONTRA TODO ESTEREOTIPO DE GÉNERO
En distintos estados del territorio azteca, se practica el deporte en su mayoría, por hombres. Sin embargo, existen mujeres a caballo que forman parte de él en disciplinas reglamentadas por la Federación Mexicana de Charrería (FMCH), exclusivamente en las Escaramuzas y Cala de Caballo.
En una contrastante diferencia, los hombres tienen oportunidad de participar en nueve suertes charras: cala de caballo, piales en el lienzo, coleadero, manganas a pie, manganas a caballo, jineteo de yegua, terna en el ruedo, monta de toro y paso de la muerte.
No obstante, esto no fue motivo suficiente para detener a Ana Lú, quien desde su pasión y amor por los caballos, decidió ir contra todo pronóstico y elegir en cuál suerte quería participar.
Desde niña, Lucila Linaje estuvo involucrada en el ámbito charro. Su padre lo había sido durante su adolescencia y, aunque no le había tocado verlo “como que siempre había tenido una conexión con los caballos”, lo que la llevó a poco a poco adentrarse más.
Alrededor de los 25-26 años, empezó de lleno en las competencias con la posibilidad de practicar por su propia cuenta. Cabe recordar que la FMCH no permite la participación oficial de mujeres en las suertes varoniles, por lo que todo lo que Ana Lú ha logrado y aprendido, ha sido por su propia convicción.
Lo anterior, se relaciona de manera directa con un cuestionamiento inevitable “Si la aventura de empezar una disciplina ‘varonil’ ya estaba en el horizonte, ¿por qué elegir el coleadero?”
“Es una suerte muy completa, la mayoría dicen que es de hombres y pues obviamente nosotras, las mujeres queriendo empoderar y demostrar que no tenemos límites y que en cualquier actividad que queramos incursionar, lo podemos hacer bien y a un nivel competitivo, como cualquier hombre. Entonces, nace esta necesidad de querer demostrarnos a nosotras mismas”, justifica.
Sus ganas y deseos de continuar adentrando a las niñas y jóvenes en el mundo charro, más allá de las escaramuzas y la cala de caballo, le han permitido encontrarse con más mujeres que están interesadas en el mismo objetivo. Actualmente, son alrededor de 100 las que han unido fuerzas y que se involucran entre sí para poder crecer deportivamente incluso en suertes como el paso de la muerte.
Eso sí, Ana Lucila reconoce que no ha sido un camino fácil, ya que la aceptación de lo que hacen podría dividirse en un “50/50”. Quienes están de acuerdo con que la participación femenil abarque más suertes y quienes desean que siga “la tradición”.
LO QUE VIENE PARA ANA LUCILA
Además de ser deportista, Ana Lucila es actriz. Su paso por la televisión le ha abierto puertas que no había considerado antes y que ahora ve como una posibilidad (ser conductora, por ejemplo). Es por eso que, al día de hoy, sus proyectos a futuro están claros y dirigidos a donde le apasionan. Eso sí, sin dejar nunca su amor por los caballos:
“Es mi vida. Independientemente de lo que siga para mí en mi vida profesional, por ponerle un nombre, no me separaría de mis animales. La verdad que son mi vida, encontré en ellos muchas cosas que no había encontrado en ninguna otra actividad. Para siempre me voy a quedar con mis animales y hasta que Dios me lo permita, seguir montando e involucrándome en las competencias”, sentencia.
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Día a día, inclusive antes de su llegada a Exatlón, Ana Lucila ha compartido su vida con sus seguidores, dejando en evidencia que su amor por los caballos y los animales es interminable. Ahora, con la llegada de más seguidores en sus redes sociales, no piensa cambiarlo. Hablar de lo que le apasiona, es una actividad que disfruta por completo.
Enviando un mensaje para todas las niñas y mujeres de ahí afuera, apasionadas por la charrería, Ana Lú compartió:
“Empiecen a trazar su camino. Si es solas, es solas, y ya en el camino te encontrarás a personas que quieran lo mismo que tú. Que fue lo que me pasó a mí, a mí no me gustaba ser parte de un equipo de escaramuza, no era una actividad que fuera afín a mí y fui buscando algo que me gustó, fui trabajando para hacerme buena, puse atención y sobre el camino, se han unido más mujeres (...) Que no les de miedo y que si les da miedo, que lo hagan con miedo”.