Si en Coahuila se habla de rodeo, uno piensa invariablemente en Manuel Jiménez Flores, un hombre que siempre ha promovido este deporte, primero formalmente y luego de manera honoraria, pero ¿cuál es su historia? Y cómo él junto a un grupo de amigos crearon el Rodeo Saltillo Expogan & Fest...
A Don Manuel Jiménez Flores desde pequeño su papá lo llevaba a los lienzos charros, por él heredó el gusto por los caballos, es el primogénito de su familia y recuerda que desde siempre convivió con equinos.
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“Por tanto, el gusto por la charrería y después por el rodeo” afirma. No recuerda que alguien le haya enseñado a montar, “te enseñas solo, en el sentido de que te suben a un caballo o a una vaca y de ahí inicia el aprendizaje, es la escuela de la práctica”.
Cuando Manuel Jiménez tenía unos diez años, su padre le compró un caballo que, una vez que empezaba a correr, no frenaba. En una de las primeras veces que lo montó, Manuel decidió galopar por los callejones sin pavimentar cerca de su casa, en el sur de Saltillo. Pero, al llegar a la calle Obregón, pavimentada y con tránsito, no pudo detenerlo.
El animal corrió directo hacia la carretera, y justo cuando un coche se aproximaba, Manuel cayó sobre el cofre del vehículo. Milagrosamente, tanto él como el caballo resultaron ilesos. Desde entonces, Manuel no solo aprendió a domar caballos difíciles, sino también a dominar su propio coraje, lo que definiría su pasión por este deporte.
Jiménez Flores empezó participando en las suertes charras en el jineteo de toros, así como en el de potros; esas fueron las primeras habilidades que desarrolló en un equipo titular, el de Los Charros de Saltillo, entonces estaba en la preparatoria.
Como se relata en la miniserie documental de Carlos Toledo Burgoa (México 2018) “Historia del Rodeo en México”, en 1976 Lee Paul Miers trajo a Saltillo el Rodeo Internacional tipo americano al Lienzo Charro. De modo que este deporte empezaba ya a ser parte de la cultura de la ciudad. Después de eso había cada domingo y como se aprecia en ese video, la gente abarrotaba los recintos, era un espectáculo que anhelaban ver.
UN PIONERO
Ya en su época universitaria, Jiménez Flores fundó el equipo charro de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro Oficial, recuerda que no había el profesionalismo actual. “Era amateur, por gusto, ninguno éramos profesionales”. En la práctica desarrolló manganas.
De gran espíritu deportista, más adelante también fundó en La Narro el equipo de rodeo. “Me entusiasmó mucho haber visto una exhibición de rodeo con jinetes profesionales americanos en la época de Don Eulalio Gutiérrez, nos impactó a muchos jóvenes de aquí”. Eso es lo que rememora Manuel de aquel parteaguas en su vida.
Ese fue definitivamente el motor que lo impulsó a iniciar, junto a otros amigos e impulsores de este deporte a crear lo que es hoy Rodeo Saltillo Expogan & Fest.
Y tiene presente que, “de ahí florecieron varias Asociaciones de Rodeo” rememora, entre ellas “La de La Narro”. O la esposa de Lorenzo Burciaga, quien cuenta que en 1984 vinieron a vivir a Saltillo, invitados por Manuel Jiménez, para que él dirigiera el equipo de rodeo de La Narro en aquel momento; sin embargo, luego de poco tiempo en aquella encomienda; falleció en un accidente.
EL ‘BOOM’ DEL RODEO
Don Manuel Jiménez Flores organizó del primer al décimo Campeonato Nacional de Rodeo.
Llevaron el rodeo a todos los municipios de Coahuila; “creo que tuvo mucho éxito” asume, lacónico, “luego lo trasladamos a La Monumental, Monterrey en 1991” relata con un dejo de orgullo.
“Para culminar con el décimo campeonato que ha sido el rodeo más grande, en un lugar en donde no había aparentemente afición, en el Distrito Federal la Plaza de Toros México que fue el último campeonato que realizamos -en 1995-, fue como cerrar el círculo de promotor de rodeo”.
En aquella ocasión se rompió récord de entrada con 55 mil personas, se trató del evento más grande de la historia del rodeo en México.
Aunque Jiménez Flores reitera, “La Plaza de Toros tiene una capacidad de gente sentada de 42 mil, sí hubo un sobrecupo en los anillos de la plaza, en los corredores, -admite- pero la prensa manejó 50 mil, vamos a dejarlo en 45 mil, pero nunca se había realizado un evento tan exitoso con esa audiencia en la capital del país y una calidad profesional donde todo salió perfecto”.
Entonces él tenía 15 años como promotor del rodeo; después de ahí se retiró como promotor consolidado.
EL RODEO SALTILLO EN LA ACTUALIDAD
Con satisfacción, Don Manuel Jiménez Flores asegura que el rodeo en la ciudad se está profesionalizando y además, añade que hay ganaderos que se especializan en toros, “hacen las cruzas genéticas, de toros que tienen esas cualidades y las van mejorando; de tal suerte que es muy relevante el cambio de hace algunos años a ahorita”. Y aduce, “indudablemente que hay muchos mejores jinetes en esta etapa de profesionalización del rodeo”.
Otro rasgo contemporáneo es que hay una gran afición de las mujeres en la competencia de caballo y mucha apertura y participación en las suertes de lazo que tiene el rodeo. “Va creciendo”, afirma Manuel Jiménez. En 1981, Marlying Aguirre participó como barrilera en un rodeo en Saltillo, siendo pionera en su categoría.
Así lo narra en la miniserie documental de Carlos Toledo Burgoa, “Historia del Rodeo en México” (México, 2018), donde explica que entonces no había más barrileras y ella convenció a sus compañeras de la escaramuza de participar, montando con albarda.
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Paralelamente, la economía ligada al rodeo también ha crecido. En 1986, al ver la efervescencia que tenía el rodeo en Saltillo, Ramón Cortés vino desde Guadalajara y abrió la tienda JR Sombreros, que se convirtió en “La Boutique de Los Vaqueros”.
Este auge ha sido tan grande que, 38 años después de su apertura, la tienda cuenta con cinco establecimientos más en Saltillo. La moda vaquera ha crecido a la par del rodeo en la entidad, consolidándose como parte esencial de la identidad y economía local.
EL FUTURO DEL FESTIVAL
Desde 2018, organizados como un comité de amigos apasionados por el rodeo, nació el Rodeo Saltillo: Expogan & Fest. Este 2024 se celebrará la quinta edición en las instalaciones de la Feria, con el objetivo de superar las expectativas de los años anteriores.
El Comité Organizador, conformado por figuras como Manuel Jiménez, Jesús María Ramón y Francisco Rebonato, se encarga de un evento cien por ciento familiar que incluye concursos de gastronomía fronteriza, exposiciones ganaderas, cabalgatas, conciertos y competencias como el SuperBull Internacional y el Rodeo de las Estrellas.
Lo recaudado en la cena de gala se destina a causas sociales, como el apoyo al DIF en operaciones de implantes cocleares.
A la par de este esfuerzo, el gobernador Manolo Jiménez anunció que en 2025 Coahuila albergará el mejor festival de rodeo de México.
Destacó la gran afición que existe en la región por el caballo y las cabalgatas, lo cual está profundamente ligado a las tradiciones ganaderas.
Más allá del espectáculo, el rodeo impulsa una industria económica significativa, que abarca desde la venta de sogas, monturas, vestimenta y botas, hasta hebillas, fomentando un sector que gira alrededor del campo y la vida rural.
Ambos eventos reflejan no solo el crecimiento del rodeo como deporte y espectáculo en Coahuila, sino también su impacto en la economía y cultura regional, consolidando a Saltillo y al estado como referentes en la tradición vaquera en México.
LA HUELLA DE DON MANUEL EN EL RODEO
En 1995, Don Manuel Jiménez Flores recibió de la Federación Mexicana de Rodeo la hebilla de precursor del Rodeo en México, reconociendo su labor al difundir este deporte en varios estados de la República. Además, su ingreso al Salón de la Fama del Rodeo es un testimonio de su impacto en la cultura vaquera del país, un premio al esfuerzo y dedicación que, según él mismo afirma, es “un bonito recuerdo”.
Su legado no solo se mide en eventos y campeonatos, sino en la transformación del rodeo en un deporte profesional y en una tradición viva que sigue floreciendo, gracias a su incansable promoción y amor por este arte.
