Fausto Bermúdez, de 31 años, es el CEO de Ranching for Profit México. Un proyecto de escuela agropecuaria enfocado en la gestión rentable y sostenible de ranchos ganaderos. Aunque la idea es originaria de Stan Parsons y se fundó en Estados Unidos, Fausto y su esposa Daniela Cantú, lo trajeron a México, introduciéndolo así a la población de habla hispana.
Este sistema se enfoca en enseñar los principios de economía, ecología y gestión de recursos humanos, para que dueños y administradores de ranchos profesionalicen el sector.
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Al cierre de 2024, está presente en seis estados de la República (Chihuahua, Sonora, Nuevo León, Jalisco, Veracruz y Tabasco) y otros seis países de Latinoamérica (Argentina, Chile, Colombia, Guatemala, Nicaragua y Venezuela).
Más de mil personas han egresado de este programa, evidenciando que los conocimientos obtenidos funcionan.
De ahí que una de las metas de Ranching for Profit en 2025 sea expandirse a Brasil y España.
Pero para comprender el crecimiento de esta iniciativa en nuestro país, es necesario echarnos un clavado al pasado.
Oriundo de Ciudad Juárez, Fausto Bermúdez pertenece a una familia de cinco generaciones de ganaderos. A su familia le pertenece el rancho Terrenates, ubicado entre la frontera de su ciudad natal Chihuahua.
Durante su niñez, Bermúdez fue criado tanto dentro como fuera del rancho.
Aunque si algo recuerda como si fuera ayer son aquellas vacaciones largas en las que disfrutaba los viajes familiares a Terrenates.
Reconoce que ahí nació su amor al campo y eso lo forjó irremediablemente.
Desde los 16 años él se hizo cargo del rancho —desde entonces es el administrador— y a los 18, ya era el encargado legalmente.
Aún conserva entre sus reliquias familiares las espuelas de su bisabuelo, junto con fotografías que narran la historia de su linaje: sus bisabuelos, sus padres y ahora él, acompañado de su esposa, en los corrales del rancho.
Símbolos familiares dignos de atesorar. Símbolos que le ayudan a no olvidar de dónde viene. Símbolos que le recuerdan quién es.
LA GANADERÍA COMO FUENTE DE SUSTENTO
Bermúdez cuenta que desde joven percibió que la ganadería no se realizaba de forma profesional ni se hablaba de esta como de un negocio, sino como un estilo de vida divertido.
“O en el caso de la gente que tenía mucho dinero, era para despejarse. Pero nunca se expresaban como algo que les daba para vivir”.
Tiene presente el momento en que conversando con su abuelo —un exitoso hombre de negocios—, le dijo que soñaba con ser ganadero. Este hombre de antes le dijo que no, que se dedicara a otra cosa, que la ganadería era más un hobby.
Fausto considera al sector ganadero como una gran área de oportunidad y además resume, “lo que ves, depende de lo que buscas”.
“Si buscas un México con menos gente, con gente que ya no quiere trabajar, con ranchos decaídos, eso es lo que vas a ver, pero si te pones a buscar jóvenes que les guste la ganadería, gente que les guste el campo, también los vas a encontrar”.
Las palabras que le dijo su abuelo quedaron grabadas de forma indeleble en su memoria y fueron la semilla gracias a la que años más tarde fundaría junto a Daniela, su esposa, Ranching for profit Mx.
Y es que uno de los propósitos de esta escuela es educar al sector agropecuario para que la ganadería y la agricultura sean rentables y además de una fuente de riqueza. Que sean como una empresa, como un negocio, como algo de lo que se puede vivir. No un pasatiempo.
De ahí que la misión de Ranching for profit Mx sea: “tierras sanas, familias felices y negocios rentables”.
UN GRAN PROYECTO EN MÉXICO
Aquellas charlas con su abuelo eran para Fausto una fuente de inspiración.
En otra ocasión platicando con él le preguntó qué era un negocio, a lo que su viejo le relató que era aquel que le dejara un millón de dólares.
“Voy a capacitarme para crear la empresa ganadera que me dé el millón” cuenta que se propuso lacónico.
Para entonces Fausto ya tenía algunos años como administrador del rancho, pues desde los 16 se dedicaba a eso, pero para alcanzar las metas hay que salir de la zona de confort y así lo hizo.
Entonces tomó más de 30 cursos y se preparó como asesor de ranchos ganaderos.
“Se me hacía muy padre que me pagaran por aprender, yo he aprendido más ayudando a la gente que todo lo que yo pudiera haber adquirido leyendo y eso que me gusta la lectura”.
Pero, tras recorrer muchos ranchos tanto en México como en Estados Unidos, consideró que no había contribuido lo suficiente y asumió que algo le hacía falta.
El impacto que quería lograr no lo veía reflejado en sus acciones y vio que algo debía cambiar.
Es muy diferente saber manejar ganado y plantar cultivos a saber maniobrar un negocio que implique la presencia de ganado así como la siembra de cultivos.
Además, tuvo oportunidad de conocer a Dave Pratt, el CEO de Ranching for Profit, cuando este acudió a Terrenates a una consultoría.
En esa oportunidad, este le sugirió que vendiera unas vacas que tenía y le explicó que así iba a ganar más dinero.
“Había tenido varios consultores y asesores y todos se enfocaban en producción y que venga un cuate y te diga ‘si haces menos, vas a ganar más y te vas a estresar menos’”, cuenta.
Entonces hizo el curso en Dallas y quedó impresionado por la forma en que les ayudan a tomar decisiones, además de que encontró los principios generales para un negocio ganadero y respaldo mutuo.
Además tienen un programa —Enlace ejecutivo— en el que ponen en práctica toda la teoría vista en la escuela.
En el Enlace ejecutivo se hace un acuerdo de confidencialidad y ahí salen a la luz problemáticas: préstamos de los que no hablaron con nadie, cuestiones familiares, demandas, acusaciones con sustento y “cosas por las que quiebran los negocios”.
Le gustó tanto el curso que volvió dos veces más.
Tal como iba adquiriendo conocimientos sobre el material Fausto Bermúdez se iba dando cuenta también que tenía también todas las herramientas para propiciar el cambio que él mismo buscaba.
Con aquel extraordinario proyecto admitió que necesitaba compartirlo con la mayor cantidad de gente.
UNA ESCUELA AGROPECUARIA TRANSFORMADORA QUE NO CONOCE FRONTERAS
En Chihuahua, en el 2021, fue el primer curso de Ranching for profit Mx. Y aunque narra que “tuvimos el primer evento y todo salió mal, pero fue todo un éxito”, como recuerda entre risas, “tuvimos lista de espera, no pagamos nada de publicidad”.
Actualmente la escuela tiene sus oficinas en Ciudad Juárez y además de Chihuahua abarca e imparte cursos al público en general en Sonora, Nuevo León, Jalisco, Veracruz y Tabasco.
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Ranching for profit ofrece eventualmente cursos en algunos municipios, entre estos Torreón, Piedras Negras, Ciudad de México y Monterrey, pero estos son eventos privados.
También llevó los cursos de Ranching for profit a los países de Latinoamérica, a países como ,Venezuela, Nicaragua, Colombia, Chile Argentina y Guatemala.
Antes comentamos que entre los planes para este año, Fausto y Daniela quieren expandir el proyecto a España y a Brasil.
Este último país es uno de los más importantes en América en cuanto a la ganadería y el rodeo. Para abrirse paso ahí, Fausto Bermúdez ya está perfeccionando el portugués, pues ese país implica un gran reto.
“Es un mercado de 320 millones de personas”, detalla, “ya tenemos todo el material traducido”.
Tanto Fausto como Daniela asumen que nuestro país y las naciones latinoamericanas necesitan respaldarse unas a otras y lo promueven mediante su proyecto académico con el objetivo de sacar adelante a la naturaleza de forma sustentable.
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