Fuego & Sazón: la Navidad y sus tradiciones gastronómicas
Adéntrate en la historia de uno de los platillos más representativos de esta época en nuestro país
Se acerca la Navidad, y con ella, trae consigo las tradiciones de la gastronomía que disfrutamos en estas épocas. En nuestro país el preámbulo de la Navidad se da con las posadas tradicionales, donde se reúnen familia y amigos a conmemorar la vida y obra de Jesús, alrededor del ponche, los dulces, buñuelos, fruta y piñatas para comenzar a calentar para las fiestas navideñas.
En esta época nos preparamos y hasta nos ponemos a dieta, para estar en condiciones de aguantar el maratón “Guadalupe - Reyes”, que nos enmarca en un periodo entre el 12 de diciembre, día que conmemoramos a la Virgen Morena, nuestra Patrona de Guadalupe, hasta el 6 de enero, día de los Santos Reyes.
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En este lapso de tiempo nos damos vuelo y sometemos al estómago a duras pruebas. Tamalitos de todos los sabores, champurrado, buñuelos, pavo, pierna y lomo de cerdo, ensalada de manzana, flan, turrón de azafrán, bacalao a la Vizcaína, romeritos con tortitas de camarón y muchos más.
Todo esto lo bajamos con hartos refrescos, cafecito, champurrado, ponche navideño, y por supuesto cerveza y tequila.
Esta es una época en la que festejamos de una manera muy particular todos los mexicanos. Son fechas de estar con amigos y familia. De reunirse a celebrar el año que termina, y como casi siempre, los mexicanos somos muy buenos para esto del festín. Y por supuesto, una celebración siempre es mejor alrededor de la mesa y con harta comida.
Uno de los platillos más emblemáticos que se comen en navidad es el pavo, o guajolote, acá en México. Es muchas veces el plato principal de la cena navideña en muchísimos hogares en nuestro país, y en muchos otros países.
La mayoría de la gente elabora su pavo al horno, con diferente sazón y algunos cambios. Unos los rellenan con carne de res, frutos, nueces y otras delicias. Otros los hacen un poco más simple, pero siempre bien cocinado para luego colocarlo en la mesa, y comenzar a luchar por quien se queda con la pechuga, a quien le toca una pata, y a quien ese trozo de carne más “oscurita”, que luego muchos desprecian.
Cuenta la historia que la tradición de comer pavo viene de nuestro país. Los Aztecas y Mexicas, aunque no celebraban la Navidad, al igual que la mayoría de las culturas prehispánicas, festejaban el solsticio de invierno, ya que este marcaba el nacimiento de un nuevo ciclo.
Cuentan los historiadores que los españoles conocieron acá esta famosa ave, que se conocía como guajolote y la llevaron a Europa en aquella época para su reproducción y consumo.
Posteriormente, por ahí de 1528 fue que Fray Pedro de Gante tuvo la idea de festejar la primera Navidad en México junto con los recién evangelizados, ya que Panquetzaliztli (fiesta donde se celebraba el nacimiento de Huitzilopochtli, el dios patrono del pueblo mexica, y que simbolizaba el triunfo del sol sobre la oscuridad) y la fiesta cristiana se celebraban en fechas tan cercanas, que no sería tan difícil de convencer a la población de adoptar esta tradición europea.
También se dice que el rey Enrique VIII de Inglaterra decidió cambiar el tradicional ganso que siempre se comía por un pavo el día de Navidad. Posteriormente, el rey Eduardo VII se aficionó a este manjar y popularizó la celebración de pavos en Navidad a lo largo de Europa.
Nuestros vecinos del norte, los güeros, celebran también comiendo pavo en estas épocas, pero lo acostumbran más en la fiesta de acción de gracias, o Thanksgiving Day que celebran siempre el último jueves de noviembre.
Este es un día feriado en ese país, en Nueva York se realiza un gran desfile por la cadena de tiendas “Macy’s” y mucha gente viaja de regreso para estar en familia. En este día se conmemora la celebración del éxito de la primera cosecha de los ingleses en Estados Unidos, en conjunto con los nativos de la zona, alrededor de 1621.
De los colonos ingleses que habían llegado el año anterior a bordo del barco “Mayflower” a la colonia de Plymouth (parte del actual estado de Massachusetts), solo la mitad pudo sobrevivir el primer invierno, por lo que la cosecha exitosa del año siguiente fue motivo de celebración y gratitud.
Entre otros, algunos platillos tradicionales de esta comida o cena destacan por supuesto el pavo, el puré de camote, la sopa de elote y el pay de calabaza.
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Por último, te quiero dejar aquí una receta para un pavo un poco fuera de lo tradicional. Este es un pavo frito en aceite de cacahuate.
1. Lo primero es descongelar tu pavo. Pásalo al refrigerador y espera al menos unas 18 horas. Es el mejor método para descongelar cualquier proteína. Del congelador al refrigerador. Sé paciente. El siguiente paso es despegar lo mejor posible la piel de la carne y empanizarlo muy bien con un rub seco que te recomiendo.
2. Usa más o menos partes iguales de sal, cebolla, ajo en polvo, paprika y pimienta negra. Un poco de orégano y una pizca de comino. Una vez bien cubierto con este rub, vamos a pasar de nuevo al refrigerador entre 22 y 24 horas, esto funciona como una salmuera, pero en seco.
3. Para cocinar tu pavo necesitarás una olla profunda y una muy buena cantidad de aceite de cacahuate. Alrededor de 15 a 20 litros. Recomiendo hacer este paso afuera, en el patio, para evitar accidentes. Hay que precalentar el aceite a 175-180 grados centígrados, o 350 F.
4. Una vez hecho esto, sugiero apagar la mecha por seguridad y proceder a meter el pavo en el aceite. Coloca el pavo en un cestillo para freír y baja despacio y cuidadosamente el cestillo en el aceite caliente. Ya estando dentro, enciende de nuevo el fuego y a cocinar. La regla de dedo es 5 minutos por kilo para la cocción.
5- Es decir, para un pavo de 5 kg, te llevará 25 minutos cocinarse o freírse. Para esto, asegúrate de pesar tu pavo antes de meterlo. Y cuidado, también revisa que no contenga nada de humedad al meterlo al aceite, esto puede ocasionar que el aceite brinque y cause quemaduras que no queremos.
6. Una vez dorado y que alcance una temperatura interna de 74°C está listo. Retira el pavo del aceite y colócalo en una bandeja para hornear. Déjalo reposar durante 10-15 minutos antes de trincharlo y servir.
7. Recuerda siempre seguir las precauciones de seguridad al trabajar con aceite caliente y freidoras profundas ¡Disfruta de tu delicioso pavo frito en aceite de cacahuate!
Saludos, ¡y que tengan muy buenos fuegos!