Cabestro de cerda, una herramienta en extinción (parte I)

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/ 23 septiembre 2024

Hoy en ‘Nuestros Expertos’, David Alonso habla sobre la tecnología que, a medida en la que va ganando terreno, desplaza a los utensilios convencionales imprescindibles en otra época

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Siempre he pensado que nací en una época equivocada, desde niño me apasionaban las historias de la gente de campo que contaban mis abuelos, principalmente cuando había caballos.

Asimismo las herramientas que utilizaban para amansar, arrendar, lazar y manejar el ganado y sus remudas, motivo por el que, al encontrar alguna de ellas me gusta saber todo acerca de su origen.

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Ese fue el caso del cabestro de cerda (pelo de caballo), que para ser honesto, solo he visto a personajes estadounidenses utilizarlo, siendo que esta herramienta proviene de nuestros antepasados desde tiempos de la colonización y en nuestros días casi se ha olvidado.

A medida que empecé a investigar, me fui encontrando algunos datos sorprendentes que han provocado que al día de hoy me haya convertido en un fanático de esta herramienta por haber entendido su funcionamiento, aunque de ningún modo me considero un experto del tema, me permito compartir algunos hallazgos:

$!Hoy por el deseo de hacer las cosas rápidas, se ha recurrido a herramientas mecánicas de otro tipo.
1
>> Hay que saber que los cabestros pueden hacerse de cola o crin de caballo, pero, los primeros no son suaves al tacto y ni recomendables para hacer una falsa rienda pues parecen un cable metálico. También pueden hacerse de pelo de cabra angora, de llama, de yak y hasta de pelo humano, dependiendo la textura deseada.
2
>> Los de cerda, se obtienen de la crin del caballo y para poderla hilar es necesario escardarla y seleccionarla por colores, para luego mediante un proceso lento y cuidadoso trenzarla.
3
>> El pelo largo de caballos y personas es un excelente transmisor de energía electrostática y sensorial mientras está unido al cuerpo, una vez que lo separamos, ya no emite energía pero sí la puede transmitir, por lo que existe la creencia de que el estado energético de una persona puede ser mayormente percibido por un caballo a través de las riendas del cabestro que tocan su cuello.
$!“Era todo un ritual la rienda de un caballo al llevarlo de la jáquima al freno, pasando por la doble rienda, sin urgencia y dando los tiempos que el animal ocupaba.” David Alonso

Entre las cosas asombrosas, aunque no necesariamente verdaderas, encontré un relato que describe que durante una de las guerras de EU, se reclutaron a algunos expertos rastreadores de tribus nativas americanas para guiar pelotones de infantería o seguir huellas de enemigos, invariablemente estos personajes tenían larga cabellera pero al ingresar al ejército les fue cortada, tras este hecho su efectividad se perdió y de acuerdo a un análisis de causas, los resultados estaban directamente relacionados con su pelo, que funcionaba como “antena” de geolocalización.

>> El diámetro y su peso debe estar directamente relacionado con la etapa de entrenamiento del caballo, entre más nuevo, mayor diámetro de bozal y cabestro, mayor peso y más hilos en el trenzado.

>> Si comparamos la durabilidad de un cabestro contra los ronzales sintéticos y los exponemos a los rayos UV del sol, los de cerda prácticamente no sufrirán daño por la recubierta de queratina mientras que los sintéticos se habrán tostado en un período de tiempo corto.

>> La longitud ideal de un cabresto es de 6.5 y 7 metros con todo y pajuela, pueden ser tejidos en 3/8, 1/2 y 5/8 de pulgada y en 4,6 y 8 hilos.

$!El cabestro de cerda es un artefacto que implicaba todo un ritual, sin embargo ahora casi se ha olvidado.

El uso del cabestro está casi extinto en nuestro país, siendo que hasta mediados del siglo pasado era común verlos como herramienta indispensable de los arrendadores, quienes heredaron de los vaqueros mexicanos su uso, perfeccionamiento y manufactura.

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Era todo un ritual la rienda de un caballo al llevarlo de la jáquima al freno, pasando por la doble rienda, sin urgencia y dando los tiempos que el animal ocupaba entre los tres y cinco años de edad.

Pero, hoy por el deseo de hacer las cosas rápidas hemos recurrido a muchas herramientas mecánicas que nos permiten acortar la brecha en la educación y entrenamiento de un caballo sacrificando su bienestar.

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