LAS ENCINAS, RAMOS ARIZPE.- Después de meses y meses de espera, el Reto Internacional de Veteranos llegó al país por primera vez y lo hizo utilizando al icónico “Corral de Las Vacas” en el ejido de Las Encinas, como escenario principal.
Alrededor de 30 jinetes de distintas partes del mundo, como Estados Unidos, Australia, Costa Rica y México, llegaron a una fiesta vaquera que no se detuvo pese a las inclemencias del tiempo que empaparon cada parte de la comunidad.
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La noche se convirtió en todo un éxito, especialmente gracias a la gente. Los aficionados del buen rodeo, que deseaban disfrutar de los más grandes talentos dentro del bullriding, se reunieron en la arena para la gran fiesta.
Vaqueros de Nuevo León, Nuevo Laredo, Coahuila y sus alrededores, abarrotaron las instalaciones que albergaron a la competencia organizada y traída a México por el director de Buckin’ Blues Company, Arturo Pedraza.
LA COMPETENCIA
Después de presentar uno a uno a los grandes jinetes que se encargarían del espectáculo y luego de recitar la oración de los vaqueros y encomendar sus vidas a las fuerzas celestiales, en compañía de grandes leyendas del bullriding en Coahuila y México, como Mario “Golden Boy” Galindo y Ángel Siller, se dio la tercera llamada.
Los jueces Javier Galindo Gutiérrez de Saltillo y Don Guillermo Barriga de Chihuahua, se colocaron en la arena listos para sancionar el evento regido por el reglamento de las Asociaciones de Jinetes Mayores. Cabe recordar que, al tratarse de competencia de veteranos, la danza sobre el toro es de 7s.
El reto estaba servido: alcanzar un tiempo efectivo, lograr la mejor calificación y ganarse uno de los cuatro lugares entre los que se iba a repartir la bolsa económica de más de 80 mil pesos, al montarse en los lomos de los imponentes toros de la Ganadería Titanes.
El primero en apretalarse y salir a dar batalla, fue el australiano Cody Gilbert de 53 años de edad y 37 de experiencia, originario de Queensland. Lamentablemente, el europeo no logró concretar la suerte debido a que León Blanco lo impidió a toda costa desde los primeros segundos.
Tras el paso del texaño Kerry Muller y del coahuilense originario de Castaños, Armando Infante, llegó la primera calificación: 71.5. Eventual registro a vencer colocado por, nada más y nada menos que, el mexicano Domingo Flores.
El desfile de bullriders continuó. Sin embargo, toros como el Vampiro, El Comandante, El Rey del Pueblo, Superman, entre otros, supieron hacer su batalla y lanzar a los vaqueros por los aires.
Más tarde, el siguiente en lograr la ansiada hazaña, también fue mexicano y no cualquier mexicano, sino, aquel que con 43 años de edad y 27 de experiencia, se ha convertido en el representante azteca que más copas ha tenido en la PBR con seis: Francisco Morales, de Irapuato, Guanajuato.
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Seguido de “Panchito” Morales, fue el turno del vaquero de la casa. Martel Martínez, originario de Las Encinas, Coahuila, se montó frente a su gente y frente a su hogar, dejando todo sobre la arena e intentando meterse a la contienda por la hebilla de campeón. Y aunque no hubo suerte, los aplausos y el reconocimiento de los presentes, hizo vibrar al corral de las vacas.
Seguido de él, llegó Adán Esparza, vaquero de la capital de Durango que también consiguió el tiempo esperado.
Finalmente, después de continuar viento a increíbles y talentosos jinetes -y personalidades-, como Lee Newman, el presidente world senior de la PBR, Douglas Campos selló la victoria para romper el récord de la noche y llevarse la corona y sus $30 mil 940 pesos directamente hasta Costa Rica.
Al terminar la noche, el resto del podio y los premios se repartieron de la siguiente manera:
2do Lugar: Domingo Flores, $19 mil 690 pesos.
3er Lugar: Adán Esparza, $15 mil 940 pesos.
4to Lugar: Francisco Morales, $8440 pesos.
La música y la animación con los talentosísimos payasos de rodeo que se involucraron en cada momento y que se mantuvieron firmes pese a la lluvia que golpeó el recinto varias veces, y quienes también se merecen y se llevaron los aplausos de la gente, fueron Buggy Man y Titino (padre e hijo), quienes viajaron desde Monterrey Nuevo León y el famosísimo e icónico Sam Bigotes, desde Miguel Alemán, Tamaulipas.
Nadie quería que la noche terminara, pero eventualmente tenía que pasar. Eso si, dejando a todos los asistentes con grandes expectativas y deseando que pronto haya más espectáculos de esta magnitud, tanto en Las Encinas como en el resto de la región.
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